sábado, 13 de abril de 2013

Antecedentes históricos del montañismo en Gredos

Se remontan varios siglos atrás las primeras referencias escritas que, sobre la Sierra de Gredos, encontramos en diversos documentos y autores. Pero no es hasta 1834, en que Gregorio Aznar y cinco compañeros más, protagonizan la primera incursión en Gredos con espíritu aventurero, explorador y deportivo, pues uno de sus objetivos era ascender a diversas cumbres del macizo. Posteriormente este grupo de Oropesa recogería su experiencia en una publicación titulada "Viaje a la Sierra y Laguna de Gredos por su Polo Austral".

     Sin duda con anterioridad a esta fecha, los cabreros y cazadores del lugar, habrían recorrido las gargantas y algunas cumbres en persecución del ganado, pero lógicamente sin ningún fin montañero.

    La 1ª ascensión conocida del Almanzor data de 1899 y fue dirigida por Manuel Gonzalez Amezua, aunque el propio Amezua reconoce que"...Antolín Blazquez lo había hecho repetidas veces para aquella fecha". En 1903 Amezua, acompañado por tres amigos, realiza la 1ª ascensión invernal.

   Es a partir de estos años cuando, sobre todo en el Circo de Gredos, se inicia una mayor actividad montañera. En 1910 se inaugura el Refugio del C.A.E. en el Prado Pozas, hoy no existe. En 1912 se escala el Primer Hermanito. En 1914 se alcanza la cima del Ameal de Pablo. Y así sucesivamente van conquistándose las cimas y crestas de Gredos.

  En los Galayos, este proceso de descubrimiento y conquista se desarrolla con un cierto retraso, quizás motivado porque sus primeros visitantes calificaron sus Agujas como "inaccesibles". Es en 1933, con la ascensión al Torreón, cuando se produce la primera gran escalada en esta zona, realizada por Teógenes Diaz y Ricardo Rubio.

  Tras el paréntesis de la guerra civil española, se reanuda con fuerza la actividad montañera, pues ya ha comenzado a crearse un grupito de escaladores castellanos dispuestos a afrontar paredes de gran dificultad. La construcción del Refugio Victory en 1949  propició el desarrollo de la escalada en los Galayos, que conoció un primer periodo de esplendor durante los años 50. La pared Oeste de la Aguja Negra, una de las más emblemáticas, fue escalada por primera vez en 1957.

  En los 70 renace el turismo de montaña tal y como lo conocemos actualmente, siendo cada vez mayor el número de personas que recorren los caminos y las gargantas de la Sierra por el mero placer de disfrutar de la montaña y poder contemplar la Naturaleza en uno de sus estados aún más puros. Sobre todo se observa este fenómeno en el Circo de Gredos, donde la construcción del Refugio Elola en 1972 junto a la orilla de la   Laguna Grande, permite un más fácil desarrollo de estas actividades.

   Texto y fotos extraídos del libro GREDOS de Miguel Angel Vidal y Carlos Frías